En este nuevo artículo que traemos desde Parajó & Vigorita, centro de proctología en Vigo, queremos disipar la desinformación que rodea a las hemorroides. Esta patología anorrectal, de alta prevalencia, a menudo es objeto de prejuicios que pueden generar confusión e incluso retrasar la búsqueda de un diagnóstico y tratamiento adecuados. A continuación, abordamos los conceptos erróneos más comunes y establecemos las realidades médicas.
Concepto erróneo 1. Las hemorroides son siempre patológicas
La afirmación de que las hemorroides son intrínsecamente una enfermedad es incorrecta. Las hemorroides son, de hecho, estructuras anatómicas normales: cojinetes o plexos vasculares submucosos en el canal anal. Su función fisiológica es contribuir a la continencia fecal fina. La enfermedad hemorroidal (EH) surge cuando estas estructuras se inflaman, se trombosan, prolapsan o sangran, momento en el que requieren intervención proctológica.
Concepto erróneo 2. Solo afectan a personas mayores
Si bien la prevalencia aumenta con el paso de los años, la enfermedad hemorroidal puede afectar a individuos de cualquier grupo etario. Factores predisponentes como el estreñimiento crónico, el esfuerzo defecatorio excesivo, la diarrea persistente, el embarazo y el parto tienen un impacto significativo, independientemente de la edad del paciente. Es crucial reconocer que la sintomatología debe ser evaluada precozmente en cualquier etapa de la vida.
Concepto erróneo 3. El único tratamiento para combatirlas es la cirugía
Existe un espectro terapéutico para la enfermedad hemorroidal que va más allá de la hemorroidectomía quirúrgica. El manejo inicial a menudo incluye modificaciones dietéticas y del estilo de vida, como el aumento de la ingesta de fibra y líquidos. Para la EH de grados I y II, existen tratamientos mínimamente invasivos como la ligadura con banda elástica, la escleroterapia o la coagulación infrarroja, que son procedimientos ambulatorios con excelentes tasas de éxito.
La cirugía se reserva generalmente para los grados III y IV, o para aquellos casos refractarios a la terapia conservadora.
Concepto erróneo 4. Son una causa de cáncer colorrectal
Resulta fundamental aclarar que la enfermedad hemorroidal no degenera en cáncer colorrectal. Sin embargo, es cierto que la hemorragia rectal, que es el síntoma más frecuente de las hemorroides, es también un signo de alarma del cáncer colorrectal.
Esta superposición sintomática subraya la imperiosa necesidad de una evaluación proctológica exhaustiva ante cualquier sangrado anorrectal, para establecer un diagnóstico diferencial preciso y excluir patologías malignas concurrentes. La auto-prescripción o la minimización del síntoma pueden resultar peligrosas.
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